Descripción
La lana pura es un remedio tradicional para el cuidado y la prevención de inflamaciones e irritaciones de la piel. Conocida por sus propiedades antibacterianas, esta lana se obtiene de animales sanos criados de forma ecológica.
Para utilizarla, es suficiente con poner un trozo de lana sobre la parte inflamada de la piel (pezones, piel sensible del bebé, articulaciones, etc). Gracias a sus propiedades naturales inalteradas, la lana curativa resulta muy blanda y suave. Sus numerosas cavidades garantizan una temperatura agradable y una óptima circulación del aire. La lana actúa absorbiendo el sudor y las posibles sustancias tóxicas que se encuentran en el organismo. Además la piel entra en contacto con la lanolina natural, que produce un efecto calmante.
Después de utilizarla, puedes reutilizar la lana una o dos veces más. Para eso, es necesario ponerla durante un día bajo la luz directa del sol. El sol destruye los gérmenes y regenera el poder curativo de la lana.